El pasado mes de abril el C.E.I.P Enrique Soler puso en marcha un concurso de fotografía. Se trataba de que los pequeños hicieran fotos en el parque forestal para, de esa forma, formarlos en valores ecológicos, "que pasaran una mañana en el parque" e intentaran plasmar la primavera que arrancaba en la Semana Verde que ya habían organizado, nos explicó Antonio Aguilar, responsable de Medio Ambiente en el colegio. Más de 200 fotografías han estado expuestas en el centro y ayer se entregaron los premios.
Cámaras de fotos digitales a los ganadores, Denia Hassan y Juan Carlos Botello. Para el resto, un obsequio curioso. Se trata del "bock and roll", un envoltorio ecológico en el que los niños llevan la merienda, en lugar del tradicional papel de plata o film transparente. Antonio Aguilar nos contó que, dentro del programa Ecoescuelas, a través del que se intenta concienciar a los más pequeños del cuidado del medio ambiente, con proyectos como los que realizan en el Enrique Soler.
Como ejemplo está el "Como agua de lluvia" donde cada gota contaba, inculcando la importancia de no malgastar el agua en niños desde infantil a primaria, porque "somos un colegio que se mueve en torno al medio ambiente", con reciclado y recogida de aceite, por ejemplo, declaró Aguilar, quien también nos contó que realizan muchas actividades extraescolares en torno a esta materia. Es por ello que están esperando recibir el sello de calidad, la "bandera verde" que los convertiría en el primer centro educativo melillense en tenerla, si así lo quieren los auditores.
Pero el viernes pasado fue el turno de recibir premios al trabajo bien hecho. El concurso fotográfico arrancó en abril y se les pidió a los niños una foto, sin saber que algunos harían más de una y de una gran calidad, destacó Aguilar. Hubo dos categorías y fue Denia Hassan de segundo de primaria quien ganó una cámara fotográfica en la categoría de primero a tercero. Por su parte, Juan Carlos Botello fue el ganador de los mayores, de sexto de primaria, quien también recibió su correspondiente cámara. Ambos seguirán haciendo fotos y quién sabe si algún día se convierten en verdaderos profesionales, como seguro que los vieron ayer sus padres.
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